Gobernando inteligencias y corazones
dando vueltas hasta caer
cerrando la puerta para que no entre el afuera.
Oyendo a la suerte que me pide no vivir encerrada.
Muriendo en el frío hospital abandonado de la vida
donde los niños nacen sin madre
donde los niños mueren sin dejar de vivir.
Escalofriantes compañías que dictan tus decisiones
encontrando ruinas donde solo habitan los años
continuando con los riesgos de la agonía
asomando el alma por el ventanal de los ojos
buscando el jardín de flores metálicas
sangre que hierve
poros que se cierran.
Todo se desmorona dejando rastros de seres que huyen de la luz.
Autopsias de almas
¿Qué hay más allá de las entrañas?
Encontrando respuestas en el átrio de los cuerpos.
Agua que brota de los ojos
miradas en penitencia que observan el llanto de la soledad.
Voces atrapadas en las paredes que filtran lágrimas.
Sombras que estremecen a la verdad.
Enigmas que yacen ocultos en la boca triste del cielo.
Arcoiris sin rumbo
colores que llevan a cualquier lado
críticos de suelos ajenos
ciegos que pierden la esperanza de ver la luz al final del tunel.
Mortales que conquistan diosas
diosas que mueren de desilución.
Cuentos sin sentidos
guiones de la obra que confunden al intelecto.
El príncipe enamorado de la bruja
princesa que mata al dragón
y un mago que sólo hace pociones para olvidar que sigue atrapado en la torre.
Dicen que arrojar promesas como anzuelos
es como intentar pescar sin carnada.
Por la izquierda se llega más rápido o nunca se llega.
Aromas que guían a nuestra hambre espiritual a recordar que alguna vez saboreamos instantes que ahora son inolvidables.
Quedándonos para conocer el final de la historia, aplaudiendo finales que ni siquiera nos gustan.
Escribiendo claves del alma que nadie entiende.
Revelaciones ocultas en oraciones sin sentido.
Mujer que escribe hacerca de cenizas...
