jueves, 17 de junio de 2010

La nada

Cuerpo cambiante, meta morfo
alma impredecible, amorfa
aromas de recuerdos que no puedo recordar
¿que preguntas se ha hecho y dudado de su respuesta?
Había una vez una niña que sacaba príncipes de los calabozos.
No entiendo el porqué de mi merecer
bailando con una espada
arrullándome con los insultos del silencio
y me ahogo
devolviéndome el aire en un beso pasmado
y un niño ciego ve mas que un psicoanalista
y voy corriendo sin necesitar el suelo
y voy volando sin necesitar sus besos
porque soy experta en recordar hasta creer que es verdad de nuevo
soy experta en creer que la realidad nace de mi pecho
y los que me siguen no siguen nada
porque eso soy
la nada
devoradora de suspiros
el inicio del respiro que se volvió suspiro
después gemido
después sollozo
después llanto
después yo, nada, solo yo.
Y así es mi pensamiento que carcome mis paisajes tornasol
y luego
el cielo se cuartea con una grieta
dejando entrar una caricia de su luz
llenando mi aire con su prana
penetrando mi mundo con su música de sonidos nocturnos
y repara mis grietas con su hilo de besos
y me dibuja de nuevo
con su tinta de sueños
tomando mi nada como su lienzo
y así comienzo
y así nazco de nuevo
y las dudas se convierten en abono de estiércol
de pasto morado
de arboles rosas
de flores que gimen al rosarlas el viento
el viento de su respirar
y en el lago de agua dorada en su reflejo me vuelvo a encontrar.